-Deberías darte prisa, ya es casi de día, tu avión sale en apenas tres horas, tienes que terminar de vestirte.
-Quizás nunca me vuelvas a ver
-Lo sé, ambos lo sabemos. Nunca volveré a este lugar, no podría volver y saber que tú ya no estarás. Prométeme una cosa, dime que tú tampoco lo harás. Helena, no regreses.
-No encuentro mi pendiente derecho, ¿tú no lo has visto verdad?
-Helena, ¿solo sabes hacerme caso cuando te beso verdad?
-Así es.
-Pues acércate, déjame gozar por última vez, permite que te llene la piel de caricias, quiero dejar bien marcado tu tacto en mis manos… tus labios esta mañana saben a mermelada cielo.
-Bueno, siempre se ha dicho que las despedidas son un dolor dulce, ¿no?
-Quizás nunca me vuelvas a ver
-Lo sé, ambos lo sabemos. Nunca volveré a este lugar, no podría volver y saber que tú ya no estarás. Prométeme una cosa, dime que tú tampoco lo harás. Helena, no regreses.
-No encuentro mi pendiente derecho, ¿tú no lo has visto verdad?
-Helena, ¿solo sabes hacerme caso cuando te beso verdad?
-Así es.
-Pues acércate, déjame gozar por última vez, permite que te llene la piel de caricias, quiero dejar bien marcado tu tacto en mis manos… tus labios esta mañana saben a mermelada cielo.
-Bueno, siempre se ha dicho que las despedidas son un dolor dulce, ¿no?
Sin esa persona, el lugar perdería todo su encanto.
ResponderEliminarLas despedidas son agridulces.
ResponderEliminarTenes razón, y seguro muchas mejores!
ResponderEliminarUn dolor dulce qe nos atormenta día a día. Lindo :)
ResponderEliminarLas despedidas siempre saben al sabor del último beso.
ResponderEliminarPor lo menos este fué dulce :).
Qué bonito.
Precioso texto amiga, así son las despedidas, siempre... Besos y mordiscos
ResponderEliminarlos finales son principios... solo es parte de una misma y diferente perspectiva.
ResponderEliminartu texto encuentra dulzura en una situación tan dificíl como una despedida
ResponderEliminar:)
besos
Una despedida dulce, y no amarga...
ResponderEliminarLinda entrada!
Algunas sí son amargas completamente. Pero si de amantes se trata, las despedidas siempre son un mal necesario. Y dulces, eso que ni qué.
ResponderEliminarMuá.
Dolor dulce, tú has definido perfectamente lo que se siente al leer el texto. Me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo compañera
Mermelada de cielo...
ResponderEliminarInmenso , inalcanzable, pero encantable, y dulce.
Me gustó mucho esta entrada.
Besos.
Los pendientes derechos siempre se esconden debajo de la almohada, Catalina.
ResponderEliminar(un miau
de parte de Cat)
Hay lugares que sin ciertas personas no tienen sentido ninguno.
ResponderEliminarCatalina tiene buen gusto en cuanto a las despedidas
ResponderEliminarMUCHAS MUCHAS GRACIAS POR TUS COMENTAARIOS :) .
ResponderEliminarMe encanta la tonalidad de la fooooooto.
Dulce amargante del que llena corazones.
ResponderEliminarQue despedida tan bonita..
ResponderEliminar¡Un beso!
Ojalá fuera un beso interminable y asi nunca se iría
ResponderEliminarMe ha encantado! Y la foto de Paris es más que una pasada!
ResponderEliminarBesos infinitos!
es verdad las despedidas tienen un sabor dulce.
ResponderEliminarel último beso que se desprende de esas dos personas que se quieren es tan fuerte, apasionado que te queda marcado en la piel.
me gusto =)
besito!
Las despedidas siempre son dulces pero tienen su punto de tristeza. ;]
ResponderEliminarUf, las mías, por desgracia, siempre fueron amargas...
ResponderEliminarOH(L)...
ResponderEliminarEspero que solo sea un hasta luego.