jueves, 21 de enero de 2010
-¿Me harás tostadas?
-Tienes surcos en la cara de tanto llorar, vic.
-Vete a hacerme tostadas Álvaro
-Calla, sal de la cama, vamos a la cocina.
-¡Que no Álvaro! es domingo.
-Es jueves Victoria.
-...
-Venga por favor, quiéreme tanto que te olvides del sábado.
-¿Y me harás tostadas?
-Todas las que quieras, pero sal de la cama, que la sábanas empiezan a hacerte daño.
-Está bien, pero Álvaro llévame en brazos, que mi cuerpo es de mantequilla, y mi corazón de mermelada de mandarina, y creo que mis articulaciones aun no me han perdonado.
Etiquetas:
Álvaro y Victoria
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es genial que utilices mi "sabiduría" aunque me huela el aliento a vodka :)
ResponderEliminarMe ha encantado. A ver si es capaz de olvidarse del tiempo :D
ResponderEliminarBesos infinitos!
Es hermoso...
ResponderEliminarLas sábanas suelen atraparnos.
Me encanto!
Besos!
qué lindoooo!! :) yo desayuné tostadas hoy, con mermelada de melocotón :) muacssss!!
ResponderEliminarque bonito!
ResponderEliminaraunque nunca entenderé del todo ese mítico romanticismo de desayuno por la mañana.. xD yo por las mañanas quiero morirme..
Veeenga aaaaalvaroo jajajajaja no hay nada mejor que distraerse en una biblioteca ^^
ResponderEliminarPobrecita :(
ResponderEliminarA mi las sábanas siempre me superan.
¡Un beso grande!
Benditas tostadas.Con una buena capa de mermelada (preparadas con amor)son capaces de devolverle las fuerzas a cualquiera.
ResponderEliminar:)
qué memoria la mía :/
ResponderEliminarme gusta mucho tu forma de escribir los "relatos"
tiene una parte dulce y otra despierta, muy despierta...
no sé (:
Tus textos se huelen, se comen, se tocan. Efímeros y maravillosos.
ResponderEliminarVic tiene suerte... ese Álvaro parece buen tío :)
ResponderEliminarlo es??
un beso! :)
NO me han perdonado quererte tanto.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Me gustan muxo las imagenes, y cómo escribes. Se dice tanto en tan pocos renglones, verdad?
ResponderEliminarme alegro deq te haya gustado loq escribi :) un saludo
¿Cómo podría una indefensa sabanita hacernos daño?
ResponderEliminarAdoro ese nombre. Es.. el enigma del deseo, que diría Dalí.
ResponderEliminarVictoria, Victoria, Victoria
Noelia ^^Soy Fran , te encontré.
ResponderEliminarYo también querría tostadas. Pero no comprendo por qué Álvaro no se las lleva a la cama! Por qué?
Que rico las tostadas, amo las tostadas, y si son con manteca mejor jaja.
ResponderEliminarHermosa entrada, creí que te seguía, pero me fije y no.
Ahora mismo te sigo:)
Te me cuidas y un beso grande!
Es raro que no aparezca "Mi carita" en tus seguidores, pero bue... vaya a saber... jajaja
ResponderEliminarDel tiempo se olvida comiendo tostadas, pero mejor comerlas en la cocina porque si no todo se llena de miguitas.
ResponderEliminarLo de siempre, fantástico el relato =)
de vez en mes tengo esas lagunas que me dejan de martes a viernes*
ResponderEliminarbesosdulces*
Bueno, bueno, ¡cómo que en brazos! Tiene un par de bonitas piernas, ¿no? pues que se levante y que haga tostadas, que es la mejor manera de quitar los surcos de llorar de la cara.
ResponderEliminar(miau
con hambre
de melocotones)
Me ha gustado mucho tu dialogo.
ResponderEliminarTe sigo desde mi blog.
Un besito de ensueño =)
Me encantó. Está bastante original :)
ResponderEliminarLas sábanas siempre nos atrapan.
cuando lo estaba leéndo me estaba comiendo tostadas con nutella:) me ha gustado.
ResponderEliminarCurioso, curioso, ¿es conceptual o personal?. La mermelada de mandarina no sé por qué me hizo recordar una deliciosa mermelada de zanahoria que tomé en Monesterio, Badajoz...
ResponderEliminar(Menudu ésitu, menuda bayura)
Olvidar es un proceso....
ResponderEliminara ver :)
oh
ResponderEliminar